En la parte más elevada de la Sierra de Alcubierre y perteneciente a los términos municipales de Alcubierre y Farlete, se sitúa la ermita de San Caprasio. Lugar dedicado al Santo, según Carmelo Ayllón, por ser zona de influencia de la Orden del Temple y del Císter, ya que el origen del santo es el Sur de Francia.
San Caprasio era obispo de Agen al sur de Francia que vivió en el siglo IV. Durante su mandato, el emperador Diocleciano realizó las persecuciones contra los cristianos, por lo que el santo refugiarse junto con otros cristianos en las montañas. Estando ocultos, Caprasio se enteró de que Santa Fe había sido martirizada en la parrilla por no querer renunciar a su religión. Ese fue el momento en el que el obispo decidió dejar de ocultarse y mostrarse ante los romanos pregonando su fe, lo que le llevó a su martirio. También existe la advocación de San Caprasio de Lerins, que también fue anacoreta.
Las advocaciones a San Caprasio en Aragón son pocas, tenemos una iglesia en Santa Cruz de la Serós, en la provincia de Huesca y en Zaragoza, en la iglesia de San Gil, hay una escultura dedicada al santo, ya que en esta parroquia se encontraba la Cofradía de Santa Fe, ligada al pequeño hospital de la Santa y fueron los propios cofrades los que encargaron la escultura del Santo.
Coincidiendo con la tradición del santo, que estuviera retirado en lo alto de la montaña para vivir dentro de una cueva, en 1958 los Hermanos de Jesús convirtieron las cuevas existentes junto a la ermita en pequeños oratorios y eremitorios, para poder hacer retiros espirituales voluntarios. Además, todos los años a finales del mes de abril se realiza una romería.