El origen de Farlete podría situarse en época árabe, ya que perteneció durante varios siglos a las tierras de Alfajarín, aunque no aparecerá como parroquia perteneciente al obispo de Zaragoza hasta el año 1280.
Ya en manos cristianas y con parroquia constituida perteneció a Don Ximeno Cornel, ilustre que ayudó a Alfonso III de Aragón en varias campañas militares. Los Cornel fueron poseedores de la Baronia de Alfajarín, en la que se situaba Farlete, hasta el siglo XV momento en el que pasará a manos de los Mur. A esta familia pertenece un importante personaje ligado a la Catedral del Salvador de Zaragoza, la Seo, el arzobispo Don Dalmau de Mur i Cervelló, y será su sobrino, el que ostente el cargo de Barón de Alfajarín hasta que la familia venda la baronía el 5 de junio de 1469, por 24.000 libras jaquesas y 20 sueldos a don Miguel Gilbert, de quien pasará a don Juan de Coloma, primer señor de Farlete en 1486.

CURIOSIDADES:
No se tiene muy claro el origen del nombre de la localidad. Lo que sí está claro es el gentilicio farletanos, sin embargo, durante algunos períodos de tiempo la población cambió de nombre: en 1610, el geógrafo de Felipe III, lo denominó Farletillo, después hasta 1646 fue denominada Lugar de Farlete, para después pasar a llamarse Vereda de Huesca hasta 1785, aunque el primer ayuntamiento se consituyó en 1834, y en el diccionario de Madoz (1845) también aparece como Farletillo a pesar de que ya había ayuntamiento con el nombre actual.
Sin embargo, también hay una teoría que podría explicar el topónimo del nombre, el origen estaría en la palabra franca Farlet, a la que se añadió la e para castellanizarla, en francés primitivo existe la palabra Farlot, que designa el vínculo que tenía la nobleza cuando se rendían servicios de vasallaje. La raíz Ferlot de la palabra tuvo más arraigo y significa mozo, joven, fanfarrón, alegre. Raíz que tras varias derivaciones y pasar por varios idiomas, llegamos al inglés con harlot: hombre de buena condición. En Huesca sobrevive la palabra Arlote, que es un hombretón descuidado, mientras que en catalán Arlot, significa chicarrón, fanfarrón.